Leticia Rayo

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Crecí en los ochenta en la Alpujarra granadina, un lugar donde si eras una adolescente inquieta, solo podías sentirte atrapada. Fue allí donde nació mi interés y obsesión por las revistas que cada mes llegaban de la ciudad, con sus imágenes y editoriales, que me transportaban a otras épocas y a otros mundos a los que deseaba ir.


Mi trabajo con la cámara supone un viaje interior a través de la adolescencia. El aislamiento, la amistad, la decepción, y mi propia vulnerabilidad. Todo aquello que vuelve a mí junto a viejos vestidos y fantasmas.

Crecí en los ochenta en la Alpujarra granadina, un lugar donde si eras una adolescente inquieta, solo podías sentirte atrapada. Fue allí donde nació mi interés y obsesión por las revistas que cada mes llegaban de la ciudad, con sus imágenes y editoriales, que me transportaban a otras épocas y a otros mundos a los que deseaba ir.


Mi trabajo con la cámara supone un viaje interior a través de la adolescencia. El aislamiento, la amistad, la decepción, y mi propia vulnerabilidad. Todo aquello que vuelve a mí junto a viejos vestidos y fantasmas.

Crecí en los ochenta en la Alpujarra granadina, un lugar donde si eras una adolescente inquieta, solo podías sentirte atrapada. Fue allí donde nació mi interés y obsesión por las revistas que cada mes llegaban de la ciudad, con sus imágenes y editoriales, que me transportaban a otras épocas y a otros mundos a los que deseaba ir.


Mi trabajo con la cámara supone un viaje interior a través de la adolescencia. El aislamiento, la amistad, la decepción, y mi propia vulnerabilidad. Todo aquello que vuelve a mí junto a viejos vestidos y fantasmas.

I grew up in the eighties in the Alpujarra mountains in Granada, a place where, if you were a restless adolescent, you could only feel trapped. It was where my interest and obsession was born, through the magazines that arrived each month from the city with their images and editorials that took me to other eras and worlds, where I knew I wanted to go.


My work with the camera is a soul searching trip via adolescence.

Isolation, friendship, disappointment, and my own vulnerability. All of that which comes back to me alongside old dresses and ghosts.

I grew up in the eighties in the Alpujarra mountains in Granada, a place where, if you were a restless adolescent, you could only feel trapped. It was where my interest and obsession was born, through the magazines that arrived each month from the city with their images and editorials that took me to other eras and worlds, where I knew I wanted to go.


My work with the camera is a soul searching trip via adolescence.

Isolation, friendship, disappointment, and my own vulnerability. All of that which comes back to me alongside old dresses and ghosts.

I grew up in the eighties in the Alpujarra mountains in Granada, a place where, if you were a restless adolescent, you could only feel trapped. It was where my interest and obsession was born, through the magazines that arrived each month from the city with their images and editorials that took me to other eras and worlds, where I knew I wanted to go.


My work with the camera is a soul searching trip via adolescence.

Isolation, friendship, disappointment, and my own vulnerability. All of that which comes back to me alongside old dresses and ghosts.